... En cuanto a lo que la oración es, su actividad consiste en hacerse continuamente violencia para repetirla incasablemente con la boca. Rápidamente, al comienzo, para no dar tiempo al espíritu a que forme alguna idea de grandeza. Procura solamente aplicar tu atención a las palabras: ''Señor Jesucristo, ten piedad de mí''. Después de un tiempo suficientemente largo en esta actividad, el espíritu terminará acostumbrándose y la recitará sin esfuerzo. Encontrará placer en practicarla ya que le gustará como la miel. Y buscará practicarla continuamente. Si le abandona, sentirá dolor...
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