Un hermano preguntó al Abad Agathón: «Padre, decidme cuál de los dos es mejor: ¿el trabajo corporal o el cuidado de lo interior?» Agathón respondió: «El hombre es semejante a un árbol: la labor corporal son sus hojas, el cuidado de su interior es su fruto. Está escrito: Todo árbol que no produce buen fruto deberá ser cortado y arrojado al fuego. De esto se deduce claramente que todo nuestro esfuerzo debe dedicarse a los frutos, es decir, al cuidado del espíritu. Pero es necesario también la sombra y el atractivo de las hojas, es decir, el trabajo corporal».
Άγιον Όρος

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jueves, 25 de febrero de 2016
La sabiduría de los Padres del desierto
Un hermano preguntó al Abad Agathón: «Padre, decidme cuál de los dos es mejor: ¿el trabajo corporal o el cuidado de lo interior?» Agathón respondió: «El hombre es semejante a un árbol: la labor corporal son sus hojas, el cuidado de su interior es su fruto. Está escrito: Todo árbol que no produce buen fruto deberá ser cortado y arrojado al fuego. De esto se deduce claramente que todo nuestro esfuerzo debe dedicarse a los frutos, es decir, al cuidado del espíritu. Pero es necesario también la sombra y el atractivo de las hojas, es decir, el trabajo corporal».
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