No os acordéis con tristeza del mal que os ha causado vuestro hermano, para que el Señor no se acuerde da vuestros pecados que os ha perdonado.
Venced el mal con el bien. El mal no se corrige nunca con el mal.
Antes dw decir algo, pensad si por casualidad con vuestras palabras no ofenderéis a Dios o a vuestro prójimo.
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